Vivimos tiempos muy convulsos en los que, junto a la aparición de grandes urgencias, como la pandemia de la Covid 19 o la guerra de Ucrania, siguen latentes otras grandes problemáticas, como el calentamiento global, que son también determinantes para el futuro de la humanidad.
Un reciente informe presentado por el grupo intergubernamental de expertos de las Naciones Unidas ha vuelto a confirmar que la lucha contra el cambio climático es, sin duda, uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo y que son necesarias medidas urgentes y contundentes para frenarlo. No se trata de un informe más sobre el cambio climático, sino de las conclusiones a las que han llegado nada menos que 270 científicos de 67 países tras revisar decenas de miles de páginas de trabajos dedicados a estudiar el impacto que la actividad humana está teniendo tanto en el clima, como en el ecosistema o en las personas. Se trata del sexto informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), (por sus siglas en inglés) que sitúa a la mitad de la población mundial en riesgo y en "contextos altamente vulnerables al cambio climático". El estudio estima también que la mitad de las especies del planeta ya han tenido que migrar para refugiarse del aumento de las temperaturas, y alerta de que el daño al planeta es irreparable, pero que es el momento de actuar para evitar peores consecuencias. Unas conclusiones demoledoras que nos deberían servir de revulsivo, tanto a las instituciones y organismos, como a las empresas y a los ciudadanos.
Partiendo de este contexto, en nuestra mano está cambiar las cosas, y podemos comenzar por reducir la huella de carbono, que representa el volumen total de gases de efecto invernadero (GEI) que producen las actividades económicas y cotidianas del ser humano. Cada gesto cuenta y es que cada vez que ponemos una lavadora, el lavavajillas, viajamos en coche, o cargamos el teléfono móvil, entre otras muchas rutinas diarias, dejamos una estela o “huella” de gases que sobrecalientan el planeta y se acumulan día a día en la atmósfera. Tal y como advierte, la ONU en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) estas emisiones aceleran el cambio climático y si no se implantan medidas enfocadas hacia la descarbonización de la economía nos espera un futuro incierto y devastador.
¿Cómo podemos reducir nuestra huella de carbono?
A continuación, recogemos algunas acciones eficaces para combatir y para reducir la huella de carbono. Algo que podemos alcanzar muy especialmente gestionando nuestros hábitos de consumo a nivel doméstico y apostando por el autoconsumo:
- Ahorra electricidad. Controla tus hábitos de consumo eléctrico y opta por adquirir electrodomésticos de bajo consumo, regular la calefacción y el aire acondicionado para ahorrar energía. No dejes enchufados y conectados cargadores, móviles, etc cuando no sea necesario.
- Por supuesto, utilizar fuentes de energía limpia y renovables. La energía solar, por ejemplo, es una energía 100% renovable y limpia. Es inagotable y se obtiene por medio de paneles solares. La energía solar fotovoltaica se convertirá muy probablemente en menos de una década en una de las principales fuentes de electricidad.
- Movilidad sostenible. En la medida de lo posible, muévete de forma más sostenible, en bicicleta, en transporte público, a pie, y opta por vehículos respetuosos con el medio ambiente.
- Apuesta por las instalaciones ligadas al autoconsumo y al almacenamiento, con fuentes de energías renovables. Este tipo de sistemas aportarán tanto beneficios en términos de ahorro como por su aportación al medio ambiente. Una vivienda, con un sistema de almacenamiento, por ejemplo, puede llegar a ahorrar la emisión de 700 kilos de CO2 al año, lo que representa casi 20 árboles plantados y el equivalente a 18.000 km recorridos con un coche de gasolina. La utilización de sistemas inteligentes de gestión energética en un hogar o negocio, además pueden llegar a reducir la factura de la luz hasta un 15%, gracias a las diferentes funcionalidades y ventajas que proporciona. Entre ellas, destacan el conocimiento en tiempo real del gasto energético y el ahorro en emisiones de CO2. Pero, si además estos sistemas se integran con una instalación de autoconsumo con almacenamiento, se puede alcanzar un ahorro en el consumo de hasta un 70%, incrementando así el confort, la eficiencia energética, y también las emisiones a la atmósfera.
- Únete a una comunidad solar. Las comunidades solares activan la participación ciudadana en la producción de energía y permiten aprovechar recursos renovables como la energía solar. El surgimiento de esta nueva forma de generar y compartir energía contribuye a la transición hacia un sistema sin emisiones de CO2. Además cada vez hay más ayudas y subvenciones para su puesta en marcha.
Desde Ampere Energy y Ampgy trabajamos para impulsar un nuevo modelo energético, más económico, sostenible, ecológico, basado en el control y el consumo inteligente de energía. Por ello, y para que todo el mundo pueda sumarse a la energía verde inteligente disponemos de una amplia gama de sistemas para cada consumo y para cada necesidad: sistemas inteligentes con batería de almacenamiento de energía y sistemas inteligentes sin batería. Pásate a las energías limpias y comienza a reducir tu huella de carbono. El planeta, la humanidad y tu bolsillo te lo agradecerán.