El certificado energético es obligatorio en España desde el 1 de junio de 2013 para poder vender o alquiler un inmueble o un local (RD 235/2013). Su objetivo principal es informar sobre el consumo energético y las emisiones de CO2 de un inmueble, una información que se resume en la etiqueta energética con una escala que va desde la letra A (edificio más eficiente energéticamente) hasta la letra G (edificio menos eficiente energéticamente).
En la actualidad, existen además de este certificado, unos estándares mundialmente más exigentes con requisitos que superan ampliamente a la certificación A en las viviendas: las certificaciones BREEAM y LEED (certificaciones medioambientales) y Passivhaus (certificado energético).
Aunque no son obligatorios, suponen un valor añadido que certifica la sostenibilidad de la vivienda, un punto cada vez más valorado por los ciudadanos. Además, aportan beneficios económicos importantes para el propietario, pues influyen decisivamente en la revalorización del inmueble.
Los baterías energéticas inteligentes de Ampere Energy, que alcanzan ahorros de un 70% en la factura energética y optimizan la eficiencia de los sistemas de autoconsumo hasta un 95%, pueden ser un elemento determinante para la obtención de estas certificaciones.
Vamos a explicar brevemente en qué consiste cada una de estas certificaciones:
Certificación medioambiental BREEAM® (Building Research Establishment Enviromental Assessment Methodology): es un método de evaluación y certificación de la sostenibilidad de la construcción, que evalúa las mejores prácticas de diseño sostenible y describe las ventajas ambientales que ofrece un edificio, tanto en fase de diseño, como en fase de ejecución y mantenimiento. El certificado, de carácter privado y voluntario, evalúa impactos en 10 categorías: Gestión; Salud y Bienestar; Energía; Transporte; Agua; Materiales; Residuos; Uso ecológico del suelo; Contaminación; e Innovación y otorga una puntuación final. Así, en un edificio con certificación BREEAM® el consumo energético disminuye entre un 50-70%.
El certificado LEED® (Líder en Eficiencia Energética y Diseño sostenible) es un sistema de evaluación y estándar internacional para fomentar el desarrollo de edificaciones basadas en criterios sostenibles y de alta eficiencia. LEED® evalúa la sostenibilidad de la edificación valorando su impacto en siete áreas principales: emplazamiento sostenible; eficiencia del uso del agua; eficiencia energética, energías renovables y emisiones a la atmosfera; materiales y recursos naturales; calidad del ambiente interior; innovación en el diseño y prioridad regional. Existen cuatro niveles de certificación LEED que van desde LEED básico, LEED plata, LEED oro y LEED platino, y se obtienen a través de una puntuación que evalúa los parámetros de sostenibilidad del edificio. La certificación LEED garantiza, entre otros aspectos, que los inmuebles ahorren entre el 30% y el 70% de energía respecto a los convencionales.
El estándar PASSIVHAUS o casa pasiva es un certificado energético que reconoce que la vivienda o el edificio pasivo cumplen con unos criterios de demanda de energía muy bajos, lo que conocemos como edificios de consumo casi nulo. Se trata del estándar de eficiencia energética más avanzado del mundo y asegura una gran calidad del aire y del confort interior, aumentando la durabilidad de los edificios debido a su cuidada ejecución. Para conseguirlo, la casa debe contar con un alto grado de aislamiento térmico, un control riguroso de los puentes térmicos y de las infiltraciones, carpinterías y vidrios de gran calidad, una máxima calidad del aire interior y un aprovechamiento óptimo de la energía del sol para una mejor climatización. A partir de estas directrices, el objetivo del sello es alcanzar una reducción del 70% del consumo energético.