España es uno de los países más afortunados en lo que a insolación se refiere. Aquí el sol puede regalarnos hasta 2.800 horas de energía, muy por encima de la mayoría de nuestros vecinos europeos. ¿Imaginas convertir esa energía en luz, calefacción, aire acondicionado, música…, y dejar de temer la factura eléctrica a final de mes?
Esto es posible para un número cada vez mayor de hogares. El autoconsumo, es decir, la producción y consumo de energía solar a través de nuestros propios paneles solares está creciendo exponencialmente. El abaratamiento de los costes, el aumento de las ayudas y los beneficios fiscales y las facilidades para la instalación de los equipos, que han reducido considerablemente sus dimensiones, han hecho que lo que hace unos años fuera casi una utopía, hoy se transforme en realidad.
Las placas solares son, por tanto, una opción muy interesante si queremos rebajar nuestro gasto en energía, si queremos ser más independientes de la red eléctrica y si, además, queremos mitigar nuestro impacto medioambiental para que las generaciones futuras puedan seguir viviendo en este planeta.
No obstante, hoy en día, para obtener más rendimiento de nuestra instalación solar debemos asociarla a un sistema de almacenamiento, que acumule la producción de energía que no consumimos en el momento (porque no estamos en casa o no la necesitamos) y la reserve para cuando sea precisa.
El problema de las baterías convencionales en que no optimizan al máximo el potencial de los paneles y, además, exigen que el usuario tenga que decirles “cómo trabajar”. Al igual que ocurre con otros campos, la Inteligencia Artificial también ha llegado a este ámbito para resolver estas carencias. Las baterías inteligentes Ampere Energy incluyen un gestor (EMS) que, entre otras muchas funciones, monitoriza los patrones de consumo del usuario, predice el recurso solar futuro a partir de datos meteorológicos e incluso compra energía de la red cuando los precios están baratos. A partir de aquí, crea un mix con el que no solo optimiza la producción de energía, sino que también consigue un ahorro de hasta un 90% en la factura y minimiza el impacto medioambiental. Y todo ello, sin renunciar al confort e incluso, si es necesario, aumentándolo.
Además de las importantes diferencias a favor de una batería inteligente frente a una convencional, las primeras nos empoderan como consumidores o, lo que es lo mismo, nos ayudan a participar de una forma más activa en la configuración del nuevo mercado eléctrico en el que ya estamos inmersos, a través de:
- Las comunidades energéticas. Estas comunidades permiten a los ciudadanos y autoridades ser socios de proyectos de energías renovables en sus localidades, promoviendo el autoconsumo compartido de proximidad, es decir, la producción y el intercambio de energía solar a nivel distribuido. En este contexto, las baterías inteligentes Ampere Energy pueden ofrecer sus capacidades de forma agregada, con una gestión inteligente de la red, proporcionando servicios de flexibilidad y gestión de la demanda, y mejorando así la seguridad y eficiencia del sistema.
- Virtual Power Plant. Las instalaciones de autoconsumo con baterías inteligentes también pueden integrarse en las denominadas Plantas Virtuales de Energía o Virtual Power Plants (VPP) que, en un futuro próximo, permitirán a sus usuarios ser parte activa de la red eléctrica y aprovechar completamente los recursos de su sistema de generación solar.
- Electromovilidad. Las baterías inteligentes Ampere Energy están preparadas para satisfacer el incremento de demanda de energía que precisa la carga de vehículos eléctricos. En este sentido, Ampere Energy cuenta con un cargador bidireccional de uso doméstico, E-Loop, que optimiza el proceso de carga y reduce sus tiempos de manera inteligente. Además, la tecnología bidireccional premite "alimentar" la vivienda con la energía almacenada del vehículo o aportarla a la propia red.