¿Te imaginas compartir y gestionar la energía que consumes con tus vecinos de tu edificio, urbanización o barrio? Pues, aunque parezca imposible, es ya una realidad, y tiene nombre: son las Comunidades Locales de Energía (CLE), también conocidas como comunidades energéticas o barrios solares.
En el camino hacia la transición energética, las comunidades energéticas juegan un papel fundamental a través de la implicación de los ciudadanos en la implantación de energías renovables en sus entornos de vida, aumentando el compromiso ambiental de sus vecinos, que pasan a beneficiarse de las grandes ventajas del autoconsumo solar y de la generación distribuida, como son el ahorro en la factura y una mayor eficiencia energética. Las comunidades solares permiten a los vecinos de un barrio compartir la energía producida por instalaciones solares fotovoltaicas en varios edificios y están conectadas por la red de distribución pública. Este tipo de instalaciones de autoconsumo compartido es muy común en muchos países y su aplicación tiene sentido para el autoconsumo residencial. Muchas viviendas no tienen posibilidad de ponerse placas solares en su tejado y otras tienen espacio de sobra, ¿por qué no compartirlo?
Las CLE son organizaciones de participación voluntaria y abierta, que tienen como objetivo ofrecer beneficios energéticos a la comunidad (vecindario, urbanización, comunidad de vecinos o un parque industrial). Si bien la figura de Comunidad Local de Energía no está reconocida actualmente en nuestra legislación, la UE si lo hace en la Directiva (UE) 2018/2001 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de 2018, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables que contiene normas que permiten a los consumidores producir su propia electricidad, individualmente o en el marco de comunidades de energías renovables, sin restricciones indebidas.
Entre otros aspectos, la norma europea especifica que las actividades a desarrollar por estas comunidades son “la generación de energía principalmente procedente de fuentes renovables, la distribución, el suministro, el consumo, la agregación, el almacenamiento de energía, la prestación de servicios de eficiencia energética, la prestación de servicios de recarga para
¿Qué ocurre en España? ¿Existen ya estas Comunidades Energéticas?
Con la publicación el año pasado delReal Decreto 244/2019, de 5 de abril, por el que se regulan las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo de energía eléctrica, y la aprobación, en el mismo, del autoconsumo compartido y en particular del autoconsumo compartido de proximidad, se dio un paso, sin duda, clave para el desarrollo de las comunidades energéticas locales. Con la regulación del autoconsumo colectivo, varios consumidores pueden asociarse a una misma planta de generación, lo que impulsará el autoconsumo en las comunidades de propietarios. En concreto, el apartado 3 del artículo 4 del Real Decreto 244/2019, de 5 de abril, establece que: “Adicionalmente a las modalidades de autoconsumo señaladas, el autoconsumo podrá clasificarse en individual o colectivo en función de si se trata de uno o varios consumidores los que estén asociados a las instalaciones de generación. En el caso de autoconsumo colectivo, todos los consumidores participantes que se encuentren asociados a la misma instalación de generación deberán pertenecer a la misma modalidad de autoconsumo y deberán comunicar de forma individual a la empresa distribuidora como encargado de la lectura, directamente o a través de la empresa comercializadora, un mismo acuerdo firmado por todos los participantes que recoja los criterios de reparto, en virtud de lo recogido en el anexo I.”
En el autoconsumo colectivo, ¿cómo se reparte la energía generada entre sus participantes?
El Real Decreto 244/2019 prevé la existencia de unos coeficientes para repartir la energía en el autoconsumo colectivo. El valor de estos coeficientes de reparto depende del acuerdo entre los participantes, con el único requisito de que sean valores constantes. Estos criterios y coeficientes deben quedar recogidos en el acuerdo entre las partes y que cada consumidor deberá hacer llegar a la distribuidora directamente o a través de su empresa comercializadora. Como solución de último recurso, y si los participantes no remiten unos valores distintos, la norma prevé unos coeficientes de reparto calculados a partir de las potencias máximas contratadas por los consumidores partícipes.
Tras este primer paso, el Gobierno sigue avanzando por buen camino, y en ese sentido el IDAE trabaja para modificar los coeficientes de reparto de los excedentes de manera que estos se definan mediante unos coeficientes de reparto hora a hora. Aunque todavía no podemos hablar de un autoconsumo compartido totalmente dinámico, es un avance más. Una vez que se definan y establezcan los coeficientes de reparto hora a hora, estamos convencidos del papel central que tendrán las baterías inteligentes no solo como elementos de optimización de la instalación solar, sino también como plataforma de control de dichos coeficientes y los flujos energéticos asociados entre los distintos participantes.
¿Cómo se ponen en marcha? ¿Existen ayudas?
Según explica el IDAE en su Guía para el Desarrollo de Instrumentos de Fomento de Comunidades Energéticas Locales, la mayoría de los proyectos se desarrollan a partir de una iniciativa local en la que el liderazgo tiene un fuerte componente político o técnico. En municipios pequeños a menudo es el alcalde el que hace de motor inicial.
Los instrumentos de ayuda son variados y suelen darse en las fases tempranas de formación de una comunidad energética - vía subvención directa u oferta de recursos municipales disponibles como terrenos, espacios, etc. Y como apoyo para la financiación del proyecto. Este soporte habitualmente viene orquestado por los gobiernos centrales, aunque la administración regional y/o local puede jugar un papel importante en términos de apoyo administrativo y financiación, o incluso participación directa en la iniciativa. Cada Comunidad Autónoma ofrece distintos tipos de ayudas, en función de determinadas variables y dependiendo de su presupuesto.
¿Qué ventajas tienen las baterías inteligentes en estas comunidades?
Es posible que varias instalaciones de autoconsumo independiente compartan baterías. El artículo 5.7 del Real Decreto 244/2019, de 5 de abril, establece que: “Podrán instalarse elementos de almacenamiento en las instalaciones de autoconsumo reguladas en este real decreto, cuando dispongan de las protecciones establecidas en la normativa de seguridad y calidad industrial que les sea de aplicación”.
Las baterías inteligentes tendrán además un papel determinante no solo como elementos de optimización de la instalación solar sino también como plataforma de control de los coeficientes de reparto y los flujos energéticos asociados entre los distintos participantes.
¿Dónde encontrar más información?
Las organizaciones Friends of the Earth Europe, Energy Cities y REScoop.eu, con el apoyo de la coalición Community Power, han publicado la guía ‘Community Energy. A practical guide to reclaiming power’, dirigida a ciudadanos y autoridades locales con el fin de que cuenten con los recursos adecuados para la creación de comunidades energéticas locales. A través de consejos prácticos, la publicación muestra las etapas para la configuración y el funcionamiento de una comunidad energética y ofrece información y herramientas sobre cómo reunir a un grupo, qué forma legal adoptar, cómo obtener financiación, o el tipo de proyecto o qué tecnología podría ser la adecuada.
En resumen, dicen que la unión hace la fuerza, y en el sector energético, además, la unión garantiza eficiencia, sostenibilidad y ahorro. Las Comunidades Locales de Energía poco a poco van cogiendo impulso y son ya una de las principales referencias de este nuevo modelo energético que estamos viviendo y en el que tú también puedes estar. No lo dudes más y contáctanos.