Todos queremos aportar nuestro granito de arena ayudando a crear un planeta limpio y sostenible y una de las opciones que nos planteamos para ello es utilizar energías renovables. Cuando hablamos de energías renovables, seguro que la primera que te viene a la mente para una instalación en el hogar es la energía solar. La mayoría de los usuarios que deciden poner fotovoltaica en su hogar se limitan a la instalación de paneles solares, pero la realidad es que existen muchos beneficios de instalar una batería inteligente junto a una instalación fotovoltaica.
Para entenderlo mejor, veamos un ejemplo. En el gráfico 1, podemos observar el consumo medio a lo largo del día de una vivienda habitual sin instalación fotovoltaica, que tiene incrementos en el consumo energético a diferentes horas del día. Por la mañana al despertar, nos duchamos, desayunamos, nos arreglamos, etc. Estas actividades conllevan un aumento en nuestro consumo energético a primera hora de la mañana. Lo mismo ocurre cuando volvemos a casa después de un día de trabajo y realizamos labores domésticas como poner lavadora, secadora, bañar a los niños…
Ahora bien, ¿es efectiva una instalación fotovoltaica sin baterías inteligentes con este tipo de consumo?
Cómo se puede observar en el gráfico 2, la mayoría del consumo de la vivienda se concentra entre las primeras horas del día y las últimas de la tarde. En cambio, las horas de generación fotovoltaica se registran entre las 8 de la mañana y las 7 de la tarde, cuando el consumo del hogar es menor. Gran parte de la energía solar producida por la instalación fotovoltaica no se utiliza ya que los consumos del hogar aumentan a partir de las 7 de la tarde, que es cuando dejamos de tener producción solar y tenemos que adquirir de la red el consumo de electricidad.
Una vez llegados a este punto, seguro que más de uno ha pensado en hablar con la distribuidora eléctrica para compensar el excedente de nuestra instalación y así aprovechar esa energía por completo. Pero en realidad, los precios del kWh inyectado a la red en horas de generación solar han caído en los últimos años llegando a bajar hasta los 0,03€/kWh. Si tenemos en cuenta que el precio de consumir un kWh en ese mismo periodo es de entorno a unos 0,1 euros/kWh. Para que te hagas una idea, el kWh que tu generas, almacenas y autoconsumes, tiene un valor tres veces más alto que el kWh vertido a la red y compensado. Por lo que, verter a la red los excedentes de producción fotovoltaica no parece la mejor decisión, ¿no crees?
¿Y cómo podemos solucionar este problema? La respuesta es el almacenamiento con baterías inteligentes.
En el gráfico 3, podemos ver el estado de carga de una batería inteligente, que tiene autonomía (generada el día anterior) para afrontar las primeras horas del día. La reducción de su carga coincide con el momento en el que sale el sol y los paneles empiezan a generar energía solar. Una batería inteligente como la de Ampere Energy calcula la curva de carga automáticamente con las previsiones meteorológicas y se cargará con el excedente de energía solar que producen los paneles y no utilizamos. De esta forma, cuando llegamos a casa después de un día de trabajo, ya no hay sol y nuestro consumo aumenta, utilizaremos la energía solar almacenada durante el día en el equipo. Esta energía almacenada en las baterías inteligentes minimiza el consumo de la energía de la red, consiguiendo aumentar el ahorro en la factura eléctrica y reducir el impacto medioambiental.